martes, 11 de julio de 2017
CAPITULO 26 (SEGUNDA HISTORIA)
El despertador suena. Yo lo miro con odio y él se ríe de mí recordándome que son las seis y media de la mañana. Para colmo de males es lunes y para colmo de males he soñado con Pedro.
¿Por qué me haces esto, karma? Llevé aparato dental hasta los catorce. Me merezco un respiro.
Me arrastro hasta la cocina para desayunar y después me arrastro hasta la ducha. ¿Cómo he podido soñar con él? La culpa es de esos malditos pantalones de polo.
Al llegar a mi oficina, voy directa a mi despacho y me encierro con un montón de documentos y un café doble con azúcar de Starbucks.
Aunque me moleste incluso la simple idea de reconocerlo, me paso toda la mañana luchando por no pensar en Pedro. Mi cuerpo parece cobrar vida propia y se enciende con el recuerdo de sus caricias del día anterior.
A la hora del almuerzo me manda un lacónico email para que nos veamos en su oficina a las cinco. Respondo con otro aún más breve aceptando. Y, para mi desgracia, ese pequeño intercambio de correos electrónicos sólo significa que ya no me enciendo, sino que ardo en llamas cada vez que pienso que lo veré en unas horas.
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Muy buenos los 3 caps.
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